La palabra carácter posee múltiples significados. En un determinado contexto, hablar del carácter de un PORTERO nos permite hacer mención a su personalidad y temperamento. En ocasiones nos tratarán de locos, pero lo que si puedo asegurar que algo especiales somos.
El psicólogo (entrenador en este caso) enseñará al portero aquellas herramientas o estrategias necesarias que le permitan observar y regular sus estados emocionales según las situaciones a las que se va a enfrentar. Algunas situaciones pueden ser extremas y hay que tener mucho auto control. Hasta los porteros más experimentados, llegan a sufrir momentos de derrota o de desesperación ante determinadas presiones, de equipo o de la misma afición.
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Debe producirse un trabajo complementario entre el entrenador, el entrenador de porteros y el psicólogo del deporte. El entrenador y el entrenador de porteros deben diseñar el trabajo adecuado para la mejora de esta cualidad dentro del terreno de juego. Es básico insertar el trabajo psicológico entre las tareas diarias técnico/tácticas del portero. Por su parte el psicólogo deportivo debe ayudar a que el portero optimice sus respuestas emocionales en cada situación, dentro y fuera del campo, en soledad y de forma colectiva.